viernes, 11 de mayo de 2012

Luna


A ti


"
Que eres adicto a la incertidumbre, que no te atreves a tomar tu vida en tus propias manos
Que te gusta ser la víctima, y sufrir, sin saber que te gusta pero no pudiéndo vivir de otro modo
A ti, que esperas que te salve
Un milagro

Esto va para ti

"


Luna


— ¿Te la estás pasando bien, Memo? —preguntó David. Guillermo asintió con la cabeza mientras sostenía su vaso. El escándalo de la música impedía una plena comunicación.

— ¡Espero que seas muy felíz con tu esposa! —le gritó Memo, felicitándolo por haber contraído nupcias aquella misma tarde.

— ¡Lo soy y lo seré! —respondió David, que apenas había entendido lo que Memo había dicho— ¡Diviértete! —dijo cuando su esposa le tomó del hombro para bailar "la canción de los novios".

Pero Memo no le escuchó, pues había robado su atención algo más interesante. Salió de la casa que hacía de salón, localizada en algún lugar montañoso del Estado de México. Afuera se respiraba más tranquilidad, aunque aún retumbaba el escándalo de la música hacia la lejanía de los montes. El paisaje nocturno dibujaba una bella luna llena coronando el horizonte boscoso.

— ¡Oh, Luna! —pensaba— ¡Tu hermosura es tal que podría hacer milagros! ¡Te lo suplico, te lo imploro! ¡Trae a esa hermosa muchacha ante mí! ¡Nunca te he pedido nada, pero, por favor! ¡Te lo ruego! —aunque era un hombre de ciencia, hizo su deseo con absoluta fe. Cerró los ojos.

Los abrió. Nada había pasado. Memo no perdió esperanzas y se disponía a regresar a la fiesta, esperando un milagro. Justo antes de que pudiese moverse, dos mujeres pasaron ante él. Una de ellas notó de inmediato su prescencia, lanzándole miradas mientras caminaba junto a su amiga, a no más de tres metros de Guillermo. Se detuvieron; la segunda sacó un celular y hacía una llamada. Memo había quedado paralizado por lo ocurrido, aún sin creer su suerte. Le dirigió una sonrisa a la Luna, casi imperceptible. Regresó a la Tierra.

<< ¡¡¿Y ahora qué?!!>> Memo se ponía cada vez más nervioso. Sentía que su cuerpo languidecía y sus piernas se hacían de gelatina.

<< ¡Diablos! ¡Demonios! ¡Dios! ¡¡Maldición!! >> se reprochaba por quedar indefenso ante ella, que seguía mirándolo incluso más que antes.

Guillermo no sabía que hacer. La segunda joven finalizó su llamada y le dió el móvil a la primera. Dejó de mirar a Memo y marcó un número, dándole la espalda mientras llamaba. Él seguía sin poder moverse, esperando que mientras ella hablaba por teléfono a él le llegara el valor de poder dirigirle la palabra. Él lo ansiaba, y sabía que estaba a sólo un paso de que sus deseos pudiésen convertirse en deliciosa realidad. El paso más difícil que tuviese que dar en su vida.

Terminó de llamar. Su amiga le hizo una seña con la cabeza para que regresaran al salón. La belleza pasó junto a Memo, lanzándole una última mirada. Éste también la miró mientras sentía que algo dentro suyo moría a cada paso que la alejaba de él.

[...]


Dic. 2004-Junio2005

About

¡¿Que QUÉ diablos es esto?!

Es nada menos que la primera parte del primer capítulo de Memo el Explorador, escrito por ahí de mayo de 2005, traído prácticamente íntegro gracias a las impresiones que le hice a Isaí.

Y como que la ocasión lo amerita :)

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